Es bien sabido que los vegetales y hortalizas son en general muy benéficos para el funcionamiento de nuestro organismo. Sin embargo, poco sabemos en detalle las propiedades que nos brindan estos alimentos en detalle.
En esta ocasión, vamos a hablar del Coliflor (Brassica oleracea), una verdura que tiene sus orígenes en las regiones del Mediterráneo Oriental, específicamente Asia menor, Líbano y Siria. Durante los siglos, su uso se ha extendido en el mundo y a mediados del siglo XVI, llegó a Francia e Inglaterra para popularizarse en el mundo moderno, de hecho, en la actualidad su mayor productor es China.
La Coliflor es una variedad de col perteneciente a la familia de las Crucíferas. Este alimento muchas veces se desprecia ya que al ser guisado puede liberar un olor poco agradable (para mitigarlo durante su cocinado, se puede añadir al agua de cocción una patata o manzana), sin embargo, su sabor y sus propiedades se han popularizado y forman parte importante de muchos platos en el mundo. Lo único que se consume es la pella o cabeza.
Propiedades nutricionales de la Coliflor.
- Alto contenido en agua (89%).
- Minerales: destaca su contenido en potasio y en calcio y, en menor proporción, magnesio.
- Vitaminas: C o ácido ascórbico, ácido fólico y niacina.
- Fibra.
Beneficios Coliflor.
Esta verdura, familia de otras como el brócoli, tiene un gran número de características que la hacen un alimento sumamente benéfico para el organismo y muy útil en el tratamiento de diversos padecimientos, partiendo de una de las enfermedades más importantes de nuestra época, el cáncer.
Y es que esta verdura contiene un compuesto denominado “Sulforafano”, que ha logrado demostrar que puede erradicar las células madre de cáncer, ayudando a prevenir o ralentizar el crecimiento de este tipo de tumores. La coliflor se ha mostrado específicamente efectivo para prevenir el cáncer de próstata y de mamas.
Ya de por sí, esto significa mucho, pero no es aquí donde terminan los beneficios. Este alimento también es una excelente manera de ingerir fibra dietética, vital para una digestión efectiva al ayudar el tránsito de los alimentos a través de los intestinos.
La Coliflor también es una buena aliada del cerebro, ya que aporta una cantidad importante de vitamina B, esencial para el funcionamiento y desarrollo de este vital órgano. De hecho, es recomendable el consumo de coliflor durante el embarazo, ya que puede impulsar un desarrollo más agudo del cerebro del feto y mejorar algunas funciones cognitivas, de aprendizaje y de memoria.
La oxidación de nuestro organismo, conocido comúnmente como “envejecimiento”, puede ser contrarrestado en buena medida gracias a los distintos antioxidantes y fitonutrientes que se encuentran en la Coliflor, la cual está cargada de vitamina C, beta-carotenos, rutina, y muchos otros componentes que pueden ayudar a prevenir la aparición temprana de los síntomas de la edad y del deterioro del organismo en general.
Por si fuera poco, la coliflor es un efectivo antiinflamatorio gracias a sus componentes como el Omega-3 y la vitamina K, lo que resulta muy positivo en casos de artritis, dolor crónico, entre otros.
Y para nuestro querido corazón, este vegetal le aporta alicina, un componente responsable de reducir la probabilidad de accidentes cerebrovasculares u otros padecimientos del corazón ¿Qué más podemos pedir?
En conclusión, no podemos dejar de incluir esta preciada verdura en nuestra dieta diaria para poder aprovechar todos sus beneficios para nuestro organismo y los de nuestros seres queridos.
Como preparar la coliflor para su consumo.
Antes de nada, hay que limpiar la coliflor correctamente. Primero cortamos la base y se arrancamos las hojas, las cuales se pueden cocer y comer como cualquier otra verdura. Después, se separan las pellas y se lavan.
La coliflor puede consumirse cruda en ensalada, o cocinada. Podemos elaborar con ella una gran variedad de platos: al vapor, al horno, asada, frita, rebozada, estofada, hervida o gratinad, como albondigas y un sin fin de platos.
Para distinguir la coliflor en buen estado de la que no, podemos fijarnos en si tiene manchas marrones, o las pellas separadas o con partes blandas, esos detalles nos da pistas de que no es fresca.