5 productos que no debemos consumir si queremos estar sanos

Los antropológicos preceptos vitales y los saludables valores se van perdiendo al mismo ritmo que la avaricia humana aumenta.
El justo medio del que Aristóteles nos hablaba ha quedado en desuso o al menos está siendo difuminado entre consignas consumistas.

Ya sólo importa un criterio; Vender. 
Poco importa ya la calidad, la ética, el cómo y el porqué mientras el balance de la empresa ascienda.

Transgenicos, explotación humana y animal, manipulación de especies y ecosistemas sumado a un largo etcétera de incongruencias intercambiadas por un puñado de papeles a los que unos llaman vida y otros sólo dinero.

La cadena de producción está en marcha y nos engulle uno a uno sin que apenas podamos hacer más que quejarnos pues los grandes lobbies ya se encargan de que no tengamos muchas más opciones.

“Comerás lo que te ordenemos”.
En artículos anteriores os hablábamos del glutamato monosódico; Este es sólo un pequeño ejemplo de como estamos siendo manipulados.
Todo esto no es fruto de casualidades. Jugamos a ser dioses y en esa partida de naipes, unos pocos ganan y el resto perdemos.
Alergias e intolerancias… enfermedades como el Parkinson que se ha demostrado que está relacionada con la ingesta de pesticidas;
El temido Alzheimer se cree que es sólo una variante de la “Enfermedad de las vacas locas” que como todos sabemos fue propiciada por una deficiente alimentación de las reses.
Podríamos seguir mostrando ejemplos genéricos, pero pensamos que es más útil mostrar algunos de los productos que consumimos habitualmente y que nos están envenenando.

5 Productos que no debemos consumir habitualmente.

1- Gominolas o gomitas.- Detrás de sus deliciosos sabores a frutas sólo encontrarás pieles y cartílago de animales, usualmente de cerdo o vaca. En la actualidad se comienzan a elaborar de otros ingrediente, que aunque menos macabros, siguen siendo tanto o mas perjudiciales para la salud.
Aceites refinados, azúcares y muchos aditivos químicos se esconden tras estos aparentemente inofensivos dulces. Piénseselo dos veces antes de ofrecérselos a sus hijos. Calorías vacía y con un alto poder adictivo.

gominolas. gomitas, dulces

2- Pringles.- Tras la apariencia de unas ‘papas fritas’ se esconde una composición pseudo-secreta de ingredientes. De hecho, fíjese que en ningún lugar del llamativo recipiente describe el producto como papas o patatas.
Aunque su aspecto se asemeja, ninguna de las uniformes porciones lo son. La empresa fue obligada a eliminar la denominación de papas o patatas fritas. El glutamato monosódico vuelve a hacer acto de presencia en dosis elevadas engañando a nuestro cerebro e incitando a seguir devorando este artificioso apetitivo.

composicion prigles

3- Jugos/Nectar/Bebida de frutas.- Como en el caso anterior, hace unos años todo era denominado ‘zumo’. Actualmente para exhibir la denominación de zumo (no en todos los países), el producto ha de cumplir una serie de propiedades:

  • Zumo: Es el líquido que obtenemos de exprimir hierbas, frutas, flores, y otras cosas semejantes.
  • Jugo/Nectar/Bebida de frutas: Se obtiene añadiendo agua y azúcares o edulcorantes al zumo. En muchos de los casos, la proporción de fruta es irrisoria.

Productos que no debemos consumir

4- Palitos/baritas de mar/cangrejo, surimi o  kanikama.-  Pudiera parecer que hemos conseguido que nuestros pequeños consuman algo de pescado y estamos en lo cierto.
Algo de pescado suelen contener (no siempre) dependiendo de la marca.
Lo que por seguro está llevando a la cocina de su casa es una mezcla indefinida de colorantes, saborizantes, conservantes junto con una pequeña cantidad de cangrejo u otros pescados. Evidentemente sólo son la parte que no han sido capaz de aprovechar de otro modo.

Productos que no debemos consumir

5- Postres prebióticos o probióticos. Si bien hemos de decir que estos productos antiguamente enmascarados bajo en acrónimo de yogurt  pueden ser beneficiosos, su origen comercial proviene del descubrimiento desde granjas de engorde porcino. Se obserbó que los cerdos a los que se les proporcionaba este complemento engordaban más rápidamente y aprovechaban más eficientemente su pienso.
Su flora intestinal se veía reforzada y quedaba “ojo avizor” para absorber todos los nutrientes de sus piensos.
Si bien este hecho puede ser beneficioso, si el consumidor no lleva una dieta correcta, estos productos sólo le ayudarán a, por ejemplo, absorber más cantidad de grasa y azúcares. Sólo se deberían consumir como complemento en una dieta sana o en estados de deficiencia intestinal.

Fuente: http://elocuencia.org/5-productos-no-debemos-consumir-queremos-estar-sanos/

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