7 FORMAS EN LA QUE ESTAS DESTRUYENDO TU HIGADO (Y NINGUNA ES EL ALCOHOL)

Tal vez tienes la imagen del hígado como un órgano súper resistente. Y está bien, porque en verdad es uno de los órganos más importantes del cuerpo, y el encargado principal de la depuración.

Sin embargo, desafortunadamente, también es un órgano muy delicado: tal vez no lo sabías, pero cuando elimina toxinas de nuestro cuerpo, algunas de ellas quedan adheridas a él.
Eso no suele notarse en la juventud. Pero, cuando la suciedad se acumula en el hígado durante el año, puede ser que termine causando una enfermedad grave.
Todo el mundo sabe que el alcohol y sus toxinas son uno de los principales agentes tóxicos para el hígado, pero… ¿Sabes cuáles son los otros hábitos que lo están destruyendo un poco cada día?
Entérate y recuerda que nunca es tarde para comenzar a evitarlos.

1. Dietas proteicas

 

Muchas personas siguen dietas altas en proteínas. Algunos como método alternativo para bajar de peso; otros, como forma de sacar más provecho al ejercicio físico.
Sin embargo, según especialistas de Mayo Clinic, las dietas altas en proteínas aumentan el funcionamiento del hígado porque debe eliminar las toxinas que se forman cuando la proteína se digiere. Eso puede favorecer el desarrollo de cirrosis o incluso cáncer.

2. Exceso de sal

 

Tal vez sabes que la sal refinada en exceso es mala para el sistema circulatorio. Ahora conoces que también hace daño al hígado. Es que, al aumentar la presión arterial, aumenta las posibilidades de desarrollar hígado graso.

3. Berenjenas mal cocidas

 

Tal vez esto no te lo esperabas. Las berenjenas son muy saludables, pero son una de las pocas excepciones de vegetales que, cuando están crudos, no son nutritivos sino que pueden hacer mal.

La berenjena contiene solonina, una sustancia que desaparece con la cocción, pero que cuando se consume cruda puede causar dolor abdominal, vómitos, diarrea, e hinchazón. Y además, si el consumo se repite, puede hacer muy mal al hígado, que tendrá que esforzarse por eliminar esta sustancia tóxica.

4. Tomar analgésicos para la resaca

 

Uno de los analgésicos más comunes que pueden conseguirse sin receta es el paracetamol. Por eso, es común que las personas lo tomen ante cualquier dolor leve, por ejemplo, un dolor de cabeza.
Sin embargo, hay que tener en cuenta una combinación muy peligrosa: el paracetamol es  tóxico para el hígado en cantidades demasiado grandes, y también lo es cuando se combina con el alcohol. Así que nunca debe tomarse para aliviar una resaca.

5. Píldoras “naturales” para adelgazar

 

Píldora y natural son, de por sí, términos que causan sospecha cuando van juntos. Muchas pastillas para adelgazar se promueven como naturales, y se promocionan con ingredientes que parecen inofensivos, como el extracto concentrado de té verde, u otros que no sabemos qué son en realidad, como el Lipokinetix y el Hydroxycut. Por lo general, en tanto mejor “funcionan” para bajar de peso, más promueven la intoxicación del hígado. Así que ten mucha precaución con ellos.

6. Grasas y comida rápida

 

Esta razón por la cual el hígado se intoxica es algo más conocida, pero no está de más recordarla. Como el hígado es el encargado de procesar las grasas, cuanta más de ellas comes, más trabaja. Y no solamente hablamos de los alimentos que naturalmente sabemos que están llenos de grasas, sino de los alimentos procesados, que muchas veces, detrás de una apariencia inofensiva, e incluso natural, esconden grasas, sal, azúcar, y todo lo que tu hígado no agradecerá.

 

7. Sedentarismo

El hígado juega un papel primordial en la digestión, y un estilo de vida activo ayuda a que use la energía procedente de los carbohidratos de manera más eficiente. El sedentarismo, en cambio, hace que el hígado necesite trabajar de más.

Fuente: http://cuerpoymenteensalud.com/2017/05/19/7-formas-en-la-que-estas-destruyendo-tu-higado-y-ninguna-es-el-alcohol/

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