La manzanilla o camomila común o romana es una hierba perenne de la familia de las asteráceas, nativa de Europa. Esta planta viene siendo utilizada desde hace siglos por su gran cantidad de propiedades medicinales, su uso se popularizó durante la Edad Media, cuando se la consumía para aliviar diferentes afecciones como asma, náuseas, problemas nerviosos, problemas cutáneos, entre otros. También esta planta puede ser encontrada en cualquier país ya que se adapta de forma muy fácil a su entorno.
Investigaciones científicas realizadas recientemente sobre los beneficios de la manzanilla han respaldado los usos tradicionales que se le adjudican, indicado que esta hierba posee propiedades anti-inflamatorias, anti-bacterianas, anti-alérgicas y sedantes, entre otras. Ahora te mostraremos las propiedades de la manzanilla a continuación.
Propiedades digestivas
La manzanilla tiene propiedades digestivas, al consumir una taza de té de manzanilla luego de las comidas ayuda a una mejor digestión y a aliviar dolores estomacales, así como calmar las náuseas que producen los vómitos. La manzanilla también es ideal consumirla para tratamientos de gastritis o ulceras estomacales.
Propiedades anti-bacterianas y anti-inflamatorias
Gracias a estas propiedades la manzanilla se utiliza también para tratar todo tipo de afecciones respiratorias y síntomas del resfriado, como asma y bronquitis, fiebre alta.
Propiedades sedantes
La manzanilla también te ayudara en tus problemas para dormir puedes beber una taza de té todas las noches, y tus sueños serán más profundos.
Propiedades estéticas
Las personas que tienen un color de cabello de castaño claro a rubio, han utilizado el té de manzanilla como un enjuague para aclarar algunos tonos el cabello. La piel también se beneficia de la manzanilla. En el mercado cosmético existen una gran cantidad de productos elaborados en base a esta hierba, sin embargo no tienes por qué comprarlos ya que puedes preparar tu propia crema o cataplasma de manzanilla.